Creo que no hace falta ir todos los domingos a misa para conocer la historia. Parece ser que en aquella boda los invitados, aunque ya andaban bastante achispados, no se movían del sitio y el vino empezaba a escasear. Jesús, obrando su primer milagro, convirtió el agua de seis tinajas en vino, pero no en un vino peleón cualquiera sino en un Vega Sicilia o algo así. El maestresala se dirigió al novio y le dijo: Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya todos están bebidos, el inferior, Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.
Ayer supe yo por primera vez esta temporada a qué sabe el buen fútbol, después de más de cuarenta jornadas negándosenos una buena tarde de fútbol, con independencia de los resultados. Y es que, después de tragar tanto morapio futbolero, ayer por primera vez esta temporada me lo pasé bien yendo al fútbol.
Quiero mucho más, y ahora -que estamos a un verso de la gloria- más que nunca, pero con el tiempo estoy aprendiendo a que sea esto lo que de verdad me importe.
Ayer supe yo por primera vez esta temporada a qué sabe el buen fútbol, después de más de cuarenta jornadas negándosenos una buena tarde de fútbol, con independencia de los resultados. Y es que, después de tragar tanto morapio futbolero, ayer por primera vez esta temporada me lo pasé bien yendo al fútbol.
Quiero mucho más, y ahora -que estamos a un verso de la gloria- más que nunca, pero con el tiempo estoy aprendiendo a que sea esto lo que de verdad me importe.
Resumen del partido (5:03)
Sueño que al final esta bufanda sea mucho más que el recuerdo de una buena tarde de fútbol. Gracias por el regalo, Marcos. |
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